
Las montañas de Jalapa
Este departamento posee un poderoso macizo montañoso, el más prominente de oriente, que implanta el rasgo que le da carácter a toda la comarca. Sus elevaciones, flancos, cañones, ramificaciones y proyecciones, cubren una buena parte de la superficie local, y son los detalles que proyectan la imagen de Jalapa como un terreno quebrado y montaraz. Es la montaña tan rara que, en perspectiva ecológica, conforma una isla, singular y magnífica dentro de un ambiente contrastante.
Semblante de una geografía original
El origen de los rasgos geográficos de Jalapa debe buscarse junto a los de las otras tierras volcánicas del país. En particular, vale decir, junto al de las superficies creadas por el vulcanismo de los primeros tiempos de la época Cuaternaria. De eso no han pasado ni siquiera dos millones de años.
Como se sabe, durante esa etapa de desarrollo del país los procesos volcánicos fueron particularmente intensos y generalizados en la parte sur de Guatemala. Se levantaron innumerables conos y montañas y los valles bajos se rellenaron con enormes volúmenes de pómez, arenas, cenizas y lodos.
Fue así como nacieron muchos conos en el territorio que conforma el departamento. Actualmente, los más destacados son los volcanes Jumay (2,176 metros), Alzatate (2,050 metros), Tobón (1,800 metros) y Monterrico (1,320 metros). El volcán Tahual, de 1,716 metros de altitud, comparte con el departamento de Jutiapa.
Mención aparte merece el formidable macizo orográfico ya señalado. Algunos lo conocen como Montaña de La Soledad, otros como Montaña Miramundo que se eleva entre las poblaciones de Mataquescuintla y Jalapa, y entre las de San Rafael Las Flores, Santa Rosa y Sansare en El Progreso. Cubre casi un tercio de Jalapa, su cima alcanza hasta 2,800 metros de altitud y consta de una fresca meseta cortada por desfiladeros de empinadas laderas.
Bajo tales circunstancias, el relieve general muestra tres zonas definidas. Suavemente, se disponen como fajas orientadas de norte a sur. En occidente, por influencia de Miramundo, los terrenos son elevados, escarpados y fragosos. La zona oriental es la más baja; no llega más allá de los 900 metros de altura y es parte de un dilatado corredor biológico semiárido. Entre ambas, una zona de 900 a 1,500 metros, forma las extensas llanuras del centro, de las que los valles de Jalapa y de Monjas son ejemplos conocidos.
Una característica del departamento es su modesta cantidad de corrientes. En verdad no son muchos, pero los existentes son hermosos y de extrema importancia. Por ser Jalapa parte de la divisoria continental de aguas, algunos drenan hacia el Río Motagua como vía para el mar Caribe; entre ellos están Jalapa-El Tambor, San José y Colina. Hacia el Océano Pacífico corren los Ríos Blanco, Grande y Chaparrón, orígenes del Río Ostúa.
Atractivos naturales
Sol, montañas y llanuras
Un potencial visitante quisiera encontrarse con un listado de los destinos más recomendables. Sin duda quedaría doblemente satisfecho si, a cada uno de ellos, se le agregara una nómina de los atractivos de mayor relevancia. A pesar de que tal cuestión es posible para los ambientes naturales de Jalapa, de alguna manera limita la libertad de presentar a este territorio como un conjunto de sitios ideales para la práctica de turismo deportivo o de aventura. Hay, por ejemplo, cuatro volcanes a la espera de andinistas dispuestos a superarlos.
Así es que, con algún equipo, remontar un río, ascender un monte o pasear entre zarzas, puede representar magníficas aventuras. Ahí están para tales fines, los ricos valles de Jalapa, Monjas, Los Achiotes, Estancia, Garay, Jutiapilla y Santo Domingo. Por supuesto, también hay heladas cimas, azotadas por vientos nublados, en donde la simple contemplación satisface hasta al espíritu más exigente.
Laguna del Hoyo. No es posible ir a Jalapa sin detenerse a conocer esta curiosa laguna. Pequeña pero muy profunda, se halla en las faldas del volcán Tahual, en el extremo sur del departamento. De gran accesibilidad, pues está muy cerca de la carretera principal.
Montaña de La Soledad. Con frecuencia se le llama también Cerro Miramundo. Su cima es atravesada por el camino de tierra que comunica a Mataquescuintla con la ciudad de Jalapa. Debido a ello, diariamente es cruzada por autobuses de servicio público y por infinidad de vehículos particulares. Hay varias aldeas en la cumbre, como Miramundo, Soledad y La Pila, en donde se puede comprar lo indispensable para comer.
Balneario Los Chorros. Es un balneario muy visitado, en particular por los habitantes de San Pedro Pinula, a cuya jurisdicción pertenece.
Sus frescas y susurrantes aguas, que descienden con cierta suavidad de la quebrada que le cede su nombre, se ofrecen para cualquier persona que busque un lugar tranquilo, seguro, accesible y con suficientes facilidades para pasar un rato agradable.
Balneario Agua Tibia. Cerca del balneario Los Chorros, al oriente de San Pedro Pinula y a poca distancia del poblado se encuentra otra magnífica área recreativa. Se ha denominado Agua Tibia, pues su naturaleza es de aguas termales medicinales. Una corriente pasa junto a él, así es que se puede combinar las temperaturas deseadas.
Laguneta Los Achiotes. Esta laguneta es un cuerpo de agua muy pequeño. Pero, por pertenecer a la ciudad de Jalapa, el poblado más populoso del departamento se ha revestido de significativa importancia como un sitio ideal para la recreación de fines de semana. Por supuesto, muchos visitantes no locales han sido invitados a ella, y nadie se ha arrepentido de aprovecharla, es más ¡todos desean volver!
Volcán Jumay. Por su altitud, el Jumay ocupa el primer lugar entre los volcanes de Jalapa. Además, tiene sobre los restantes una ventaja turística: es el más cercano a la cabecera del departamento, lo cual le proporciona un alto grado de accesibilidad. En días de atmósfera particularmente diáfana, la vista puede posarse en la depresión del lago de Güija de Jutiapa. Un paseo excelente.